descomunal velocidad
la que tomé en bicicleta,
con destartalo y empuje,
mi verdolaga querida.
chirrido, chasquido de asfalto mojado,
gotitas de barro en mis zapatos,
huecos, agujeros, abismos y saltos... claro, saltos.
y de golpe pregunto dónde se habrán fugado los sueños de camas elásticas.
no importa, me resigno,
y al rato me arrepiento,
no se puede saltar tan alto desde una baldosa, pienso,
y entonces, vuelvo a insistir
como los putones gigantes en las esquinas
y los días y recorridos y chocolates en mal estado
y mi techo ocupado por colores que no elijo
y tres libros mojados por la lluvia,
y la ventana,
abierta como siempre,
y la radio encendida y el tango “Bronca” se lleva el primer puesto el domingo,
no es joda,
se lo lleva de veras,
con don Osvaldo en el piano.
siempre es bueno nombrar a don Osvaldo,
siempre hay que tenerlo cerca,
como a Cacho, que temo que de golpe también se despida,
porque sí, porque se le ocurre,
porque temo que se vaya
y ponga flor en el piano que no tengo.
y en la voz, Belusi,
que lindo que canta "Bronca" Belusi ,
como las lecturas de Paula,
que sólo conozco por tres poemas
y por el baile de sus ojos cuando se alejaban del papel
y se revolcaban en nosotros,
los borrachos, los escuchantes,
los que andamos con los codos curtidos de tanto pedir otra,
los que sentimos frío y los que deseamos,
y los que tenemos secretos,
picante en la garganta
y pies descalzos,
caminos escondidos,
un gesto de Gioconda que espero no sea el último,
una estrella anaranjada que cae en el culo del mundo
y todavía,
se deja ver,
y una amiga que insiste con su duda y me escribe:
“creo en la magia,
lo que me asusta es que hay distintas formas
de ser hechicero”
la que tomé en bicicleta,
con destartalo y empuje,
mi verdolaga querida.
chirrido, chasquido de asfalto mojado,
gotitas de barro en mis zapatos,
huecos, agujeros, abismos y saltos... claro, saltos.
y de golpe pregunto dónde se habrán fugado los sueños de camas elásticas.
no importa, me resigno,
y al rato me arrepiento,
no se puede saltar tan alto desde una baldosa, pienso,
y entonces, vuelvo a insistir
como los putones gigantes en las esquinas
y los días y recorridos y chocolates en mal estado
y mi techo ocupado por colores que no elijo
y tres libros mojados por la lluvia,
y la ventana,
abierta como siempre,
y la radio encendida y el tango “Bronca” se lleva el primer puesto el domingo,
no es joda,
se lo lleva de veras,
con don Osvaldo en el piano.
siempre es bueno nombrar a don Osvaldo,
siempre hay que tenerlo cerca,
como a Cacho, que temo que de golpe también se despida,
porque sí, porque se le ocurre,
porque temo que se vaya
y ponga flor en el piano que no tengo.
y en la voz, Belusi,
que lindo que canta "Bronca" Belusi ,
como las lecturas de Paula,
que sólo conozco por tres poemas
y por el baile de sus ojos cuando se alejaban del papel
y se revolcaban en nosotros,
los borrachos, los escuchantes,
los que andamos con los codos curtidos de tanto pedir otra,
los que sentimos frío y los que deseamos,
y los que tenemos secretos,
picante en la garganta
y pies descalzos,
caminos escondidos,
un gesto de Gioconda que espero no sea el último,
una estrella anaranjada que cae en el culo del mundo
y todavía,
se deja ver,
y una amiga que insiste con su duda y me escribe:
“creo en la magia,
lo que me asusta es que hay distintas formas
de ser hechicero”
10 Comments:
hermosa lectura me ha dado una vez mas.
Leerlo a usted desgarra las tristezas y las hace de goma.
Todo lo de arriba es necesario. Y todo lo de abajo es necesario. La cita de la amiga tan rotunda, y tus versos desparramados, no sé si con furia, o con furia de uno mismo, tan, al parecer, tú.
Gona, sin palabras.
Lara, si, tan así.
El domingo llovió en mi baño, literalmente, del techo de mi baño. Todas mis cosas mojadas, el techo manchado de amarillo y con la pintura descascarándose. ¿Alguna vez te contaron un secreto que preferirías nunca haber sabido?
cucu, hay que hacer algo con los techos que ocupan realidades… siempre, tan sorpresivos los muy guachos. Como los secretos, que pierden su naturaleza cuando se dicen y algunos, claro, mejor no saberlos. Cucu, ¿habrás abandonado algún reloj? ¿llegarás alucinando desde el litoral? ¿quién serás cucu?
"...los q sentimos frío y los q deseamos, y los q tenemos secretos,..."
precioso.
un saludo desde la docta.
Pugliese, Pugliese, Pugliese, Pugliese, Pugliese!
Hermoso poema, sí señor. Para creer en la magia, ¿es necesario creer en los secretos? ¿Quién no siente o ha sentido frío? Yo, muchas veces, lo he hablado con la Niña Lara.
"Por seguir a mi conciencia
estoy bien en la palmera,
sin un mango en la cartera
y con fama de chabón."
Ya ves, un algo, son las 7:49, me acabo de tomar el primer café de la mañana, sentada en el ordenador de mi trabajo, y escucho tu tango. Así no habrá secretos, ni frialdad.
che!! pero como puede ser que con éstos hermosos días no le salga nada para contarnos
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