martes, abril 24, 2007

Anotaciones imaginarias de Rogelio Zuleta: II

Julián, un fenómeno. Narigón bien flaquito de aspecto ciclista. Tres en un equipo del ascenso porque de diez estaba Arturo que jugaba por loquito y nada más. Los loquitos viven por loquitos, y hasta algunos, les va bien.
Siempre con cabeza levantada. Poca marca y mucho despliegue y todo toque de primera. A lo sumo un caño o un breve traslado. Zurdo, claro. Sabía el pibe. De velocidad, ni hablar. Paradito, siempre paradito. Pura inteligencia. Así se juega al fútbol.
Se cambiaba en un vestuario medio pelo de un equipo medio pelo que tenía colgado un cartel en la salida a la cancha que decía: “Hay que ganar como sea. Jugando mal o jugando bien, por arriba o por abajo, con ideas o sin ideas, con pelota parada o pelota en juego, con un gol en contra o con la mano”.
Pasa.